El Diario, Vol. 5: Cuando toca vender…

No sé si habréis estado en la triste situación sobre la que voy a escribir hoy, pero hay momentos en los que, por diversas razones, nos vemos forzados a vender, por necesidad, algunas de las adquisiciones lúdicas que hemos ido acumulando en nuestras estanterías. Imagino que sí que habréis pasado por ello en alguna ocasión, no nos engañemos, pero aunque en realidad sea comprensible el hecho de que nunca vayamos a recaudar lo que gastamos (en muchos casos no nos dan ni una cuarta parte de la inversión), a veces no puedes evitar arrastrar la sensación de que has tirado el dinero por el retrete…

No pretendo entrar en esta pequeña entrada en el discurso habitual de que los costes de producción son cada vez más altos, que los videojuegos tienen mucho trabajo detrás o de cualquier otra cosa que se os ocurra. Simplemente quiero matizar sobre ésa sensación que se arrastra cuando te ves en ésa necesidad de vender algo porque necesitas desprenderte de algo para obtener un beneficio cuanto más inmediato mejor, y cuando digo ésto, digo que vender por internet es una opción, sí, pero que en situaciones así lo normal es pasar por negocios de segunda mano para tener el dinero cuanto antes.

Ésto me hace pensar directamente en el valor que tiene un videojuego una vez ha sido comprado, en el valor que suele tener un juego de esta generación y en lo que se puede llegar a especular sobre las rarezas de generaciones anteriores… Éso sí, recuerdo haber comprado un Metal Gear Solid para PSX hace algunos años en una de estas tiendas por 8 euros y no quiero ni pensar en el beneficio que habría sacado el que tuvo que venderlo. Sólo es un ejemplo y tampoco quiero hacer demagogia sobre este tema, quería aclarar que yo mismo me he beneficiado de ésto en alguna ocasión, y estoy convencido de que vosotros también.

Con razón algunos se ven forzados a ésto en alguna ocasión…

Entiendo que la cosa sea así, que un negocio tiene que obtener sus beneficios con lo que compra, entiendo que la gente busque poder comprar en estos negocios las novedades de turno a un precio bastante asequible, por algo van a comprarlos ahí, pero cuando uno tiene que vender en un negocio así sabe a lo que se atiene, y cuando toca vender aún siendo consciente de ello para poder salir del paso es bastante desalentador como comprenderéis.

En una situación así, en la que tienes que desprenderte porque es necesario, recibir (bastante) menos que vendiéndolo en lugares como Ebay u otros servicios disponibles en internet, aunque duela en el alma, no te preocupa tanto si lo que obtienes te lo dan al instante. A veces se tiene que pertenecer a ése círculo vicioso para poder subsistir, y ojo, no pretendo desvirtuarlo aunque lo parezca, porque como ya he dicho anteriormente todos nos hemos beneficiado de ello en alguna ocasión.

Aunque ésto suene a arremetida contra la segunda mano tampoco es la intención de esta entrada, gracias a esta opción muchos pueden seguir disfrutando de esta clase de ocio y más en los tiempos que corren, muchas otras opciones más asequibles para nuestros bolsillos están a nuestro alcance, tanto para vendedores como para compradores. Es una estupidez arremeter contra algo que a todos nos beneficia, pero hay situaciones en las que tienes que buscar lo fácil e inmediato por necesidad.

Supongo que todo lo que nos beneficia también tiene que tener una parte mala en consonancia, pero hay veces que ésa parte mala es necesaria cuando la situación lo requiere. Mi intención tampoco es patalear aquí, en realidad solamente quería reflejar de algún modo ésa sensación que a veces no podemos evitar sentir, pero que a veces tienes que pasar por ella irremediablemente. Sólo tienes que recurrir a esta solución en situaciones que realmente lo requieran, y aunque afortunadamente éste no sea mi caso hoy en día por mucho que recientemente me lo haya planteado en más de una ocasión, en el pasado tuve en muchas ocasiones la necesidad de hacerlo, y creedme si os digo que duele desprenderse aún siendo consciente de que uno no tiene otra opción que hacerlo, aunque ésto vaya mucho más allá que de videojuegos.